Al principio pensé que se trataba de una broma, que solo era una canción tonta que él cantaba para provocarme mientras estaba encadenado en su ático en el fin del mundo.

Después de ver su mente destrozada, su cuerpo petrificado y su caos revertido, supe que debió desaparecer de nuestra realidad.

Aun así, algunas mañanas me despierto con una melodía pegada en la cabeza, y maldigo cuando me doy cuenta de lo que estoy silbando…

NOS VEREMOS DE NUEVO…

La pregunta continúa fastidiándome, como si tuviera una piedrita en el zapato: ¿EN REALIDAD ESTOY VIVO?

En las semanas desde que ocurrió el Despertar, llevé a cabo numerosas pruebas en la mente de mi hermano (sus bromas terribles siguen intactas) e inspeccioné la estatua en busca de fugas dimensionales (también nos turnamos para darle de patadas, mi hermano le dio algunos golpes con una palanca).

Quemé toda colección de objetos que tuvieran la forma de él, incluso tiré todos mis billetes de un dólar, sólo para estar seguro (mi hermano por supuesto, los encontró y se los quedó).

Pero los efectos del Arma utilizada han demostrado ser todo menos funcional. Si los recuerdos pueden regresar… me estremezco al pensar qué más puede hacerlo…

Hace una semana empacaba mis maletas para emprender un largo viaje familiar que tenía pendiente, cuando encontre algo en mi mochila: un libro. Lo consideré una broma de mal gusto (algunos adolescentes piensan que la «adoración a Xarlos>» es rebelde»).

Tire el libro al bøte de basura, le disparé con una escopeta y arrojé los restos por un barranco. Pero el libro reaparecia bajo mi almohada la mañana siguiente, intacto. Y de nuevo a la mañana que continua.

Desde entonces he intentado quemarlo, apuñalarlo, despedazarlo, congelarlo, desestabilizarlo a nivel molecular y dáselo de comer al cerdo mascota de mi hermano, pero siempre regresa para atormentarme.

No se lo he dicho a nadie para evitar alarmarlos, porque sé bien qué es. He escuchado los mitos, pero no quería creer que fueran verdad. Este es EL LIBRO DE EL ECO DE MI ALMA.